sábado, 17 de agosto de 2019

Yo, Sifón - Capítulo 9


Yo, Sifón, aún me acuerdo, vaya si me acuerdo de cuando estuve en casa de Mammadov, un apartamento desde el podía ver el local en ruinas de lo que fue la sala de fiestas Zhivago y oír en la alta madrugada las alegrías de los clientes de Tragoloco, local por cierto frecuentado por La Rubia Honrada que también frecuentaba a mi anfitrión y de quien era su mejor confidente.
Al segundo día de mi llegada a la casa tuvieron esta conversación, que nos muestra cual radiografía sus personalidades. Mammadov comentó de manera airada un noticia del periódico sobre corruptelas de ciertos políticos y La Rubia Honrada respondió ¿quién no alargaría la mano si pudiese?, se trata de bagatelas sin importancia si tenemos en cuenta el bien que nos quieren dichos personajes, que conforman, con sus inevitables ovejitas descarriadas, una orden de auténticos caballeros cruzados de la virtud. Orden que es reserva espiritual de la temperancia, guía de nuestra alimentación y de nuestro entretenimiento, luz de la salud y el medio ambiente y martillo del vicio y de la diversión alocada, y especialmente de agradecer es su loable empeño en impedirnos fumar. Interesantísimas reflexiones aunque el plato fuerte que siguió fue la confesión de Mammadov sobre su última y más apoteósica experiencia amorosa.
Innumerables son las historias y sainetes que he oído en infinidad de casas cuyo protagonista son las partes nobles aunque debo decir que todas palidecen frente a lo que Mammadov contó a La Rubia Honrada. Helo aquí:
"Comenzaba una tarde de abril, cuenta Mammadov, cuando me senté en la terraza de La Polka y resultando que en mi mesa vecina, hablando por teléfono mientras tomaba el sol, había un señora cuyo acento me reveló su origen (omito el detalle para no ser acusado de discriminación positiva). La señora en realidad estaba haciendo un monólogo e iba saltando de un tema a otro, sin pretenderlo me di cuenta de este detalle ya que no estaba prestando atención, de refilón oía nombres y situaciones de personas para mi desconocidas. Terminé con el periódico y la llamada continuaba "supongo tendrá tarifa plana ya que de lo contrario se arruinará" me dije. Ya sin nada que me entretuviese lo único a que prestar atención era la señora. Ahí empecé a darme cuenta de llamativos detalles: su agradable timbre de voz, su manera regular de hablar sin altibajos, la sensatez de sus explicaciones, ningún insulto ni crítica abierta, su magistral uso de la lengua. "Más que una conversación, pensé, esto parece una locución radiofónica, estaría en el top 5 si la estuviesen oyendo. Esta dama es un talento desaprovechado. Ganaría una fortuna con un programa de radio". Después de varias veces de despedirse la llamada al fin terminó. Una de las últimas frases que oí y que quiero destacar se refería a la ciudad "ya verás cuando vengas, esto es muy diferente, las aceras no tienen grietas, no ves un papel en el suelo" ¿?.
Después de un breve lapso, y cuando ya me estaba levantando para irme, la dama comenzó una nueva conversación y tiempo me dió a oir "estoy en la terraza de un bar, he venido para hacer unas llamadas y así no molestar en casa".
Al salir le pegue una ojeada ¡qué elegante indumentaria! sin ninguna estridencia, en perfecto juego con la elegancia de su verbo.
Andando ya pensé "que exquisitez, se va para estar en solitario y no molestar cuando quiere hablar por teléfono, lo cual implica que cuando no está sola el teléfono está desaparecido, sublime elegancia la de esta dama. ¡Oh ser único! ".
Mi imaginación arrancó a volar "sería la pareja ideal, con ella, si le gusta tanto como parece el hablar por teléfono y se va para hacerlo, tendría lo mejor de dos mundos, lo mejor de estar soltero ya que casi nunca estaría conmigo y al mismo tiempo tendría las ventajas de contar con alguien al lado y con lo bien que queda socialmente el tener a una persona de su porte y saber estar, encima parece que tiene dinero".
Hago aquí un inciso para tratar sobre la supuesta querencia de las mujeres por el teléfono. En los primitivos tiempos del fijo esta pretendida querencia fue pasto de humoristas, fuese como fuese, a día de hoy nada iguala más a todos los humanos que la fonofilia, seguida por el fitnes y las dietas, por detrás, claro, del respirar, el comer, el beber, el cagar, el mear y el querer follar.
Volvamos al relato. Veremos ahora como ese hecho casual causó una inflexión en la vida de Mammadov:
"Durante el resto de ese día no pude sacarme a la dama de la cabeza e iba repitiéndome "es perfecta, es única". Decidí que volvería al día siguiente a la misma hora a ese bar e iba ideando situaciones y maneras de como entablar conversación con ella.
Llegada la hora me invadió una profunda desazón y hasta un ligero temblor sentí al llegar a esa terraza, ahora convertida en sacro lugar. La dama no apareció, ni tampoco lo hizo en los dos días siguientes. Al tercero, habiendo ideado una excusa, interrogué a la camarera, pero ¡oh sorpresa! la camarera aseguró no haberla visto nunca. "¿Cómo es posible, me dije, acaso sólo la vi yo, se tratará de un ente descarnado que sólo yo pude ver y sobre todo oir?.
Siguí yendo cada día al bar al tiempo que crecía mi obsesión, dormía mal y era especialmente doloroso el momento de acostarme ya que entonces me invadía la idea de que nunca más la vería, enmedio de una gran desesperación y sollozos pedía a los cielos ya nada más que volver a verla, poder cerciorarme de que un ser tan perfecto era real.
Fue en la noche del séptimo día en que ocurrió el hecho que no se como calificar. Justo después de dormirme una Voz me habló y, estoy seguro, no se trataba de un sueño, sino de algo completamente diferente, estoy convencido de que la Voz era real."
Aquí quiero hacer otro inciso. Personas en todos los tiempos han afirmado haber pasado por un trance parecido, haber recibido un mensaje de una voz que han interpretado como completamente real y a la que han atribuido provenir de distintas fuentes. Descartando el trastorno mental nos podemos preguntar ¿es posible que algo así suceda?, y en cado afirmativo ¿cúal puede ser el origen u orígenes de la voz? ¿seres sobrenaturales, deidades poderosas, difuntos, extraterrestres, seres de otras dimensiones...? ¿es un ente el que habla directamente o puede que tenga el poder o capacidad tecnológica, cual mando a distancia, de provocar que nuestro cerebro produzca esa voz que parece tan real y así establecer una comunicación?. Que cada cual de la respuesta según su entendimiento y deseo. A los imaginadores sólo el imaginar nos importa.
Vayamos ahora al mensaje de la Voz: "deja de lloriquear Mammadov, tonto del culo, ¡qué poco te conoces!, ¿no te das cuenta que todo el ardor que pones en cubrir de perfecciones y virtudes a esa digna dama que ahora colocas en un altar, ese mismo ardor lo pondrías, a los cuatro días de intimidad, en engendrarte sospechas, encontrarle defectos y en cubrirla de reproches?.
Debo decirte que no volverás a verla, ni nunca podrás ponerle, como te encantaría, esa boquita encima. Esa boquita entregada tan generosamente a todo quisqui y que tantos problemas te ha generado en la garganta y en las cuerdas vocales, ahora, entreteniéndola, te ayudará a superar este doloroso trance. Esa boquita tan activa, hasta pensaste en cortate el frenillo de la lengua, te ha impedido hasta ahora conocer el auténtico amor, el amor que ahora finalmente has descubierto. Tu prioridad en la vida ya no será encontrar donde poner la boca sino encontrar a quien amar.
Muy penoso te resultará olvidar a esta dama tan fashion, tan locuaz, tan única, pero no te preocupes, no te quedarás colgado, con mi ayuda acabarás por ver que tu encandilamiento no era sino una travesura de tu imaginación.
Lo que importa es que ahora sabes que es el amor, y estoy aquí porque yo soy amor. Estás en otro nivel, un nivel que te permitirá entregar tu vida al mandato que he venido a darte: pondrás al enamoramiento sobre todas las cosas."

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